Durante la Última Cena Jesús hizo un gesto muy importante: el Lavatorio. Él lo hizo para hacer que los 12 discípulos comprendieran que el más grande habría sido el esclavo de sus hermanos. Se levantó de la mesa y con una toalla empezó lvar los pies de sus discípulos, mostrando que era El Maestro, porque el más humilde.